En relación al tratamiento para el Síndrome de MERRF, tiene como objetivo corregir los trastornos del metabolismo energético y prevenir los daños de las membranas mitocondriales por los radicales libres de oxígeno, además de frenar las convulsiones y mejorar el deterioro físico del paciente:
- Fármacos antiepilépticos convencionales para las convulsiones.
- Fisioterapia para mejorar las funciones motoras deterioradas, así como ejercicio aeróbico.
- Estrategia farmacológica estándar para los síntomas cardíacos.
- Levetiracetam, clonazepam, zonisamide y ácido valproico (VPA) se han usado para tratar la epilepsia mioclónica. VPA puede causar deficiencia secundaria de carnitina y es preferible evitarlo o administrarse con suplementos de L-carnitina.
Algunos de los medicamentos huérfanos (medicamentos que quedaron “a mitad de camino” de ser totalmente patentados y comercializados, ya sea por resultados no satisfactorios, o con poca fiabilidad, son alfa-tocotrienol quinona (que pretende reducir los efectos del estrés y envejecimiento que produce la fosforilación oxidativa) o buccolam (dirigido para tratar convulsiones prolongadas, agudas en bebés, niños pequeños, niños y adolescentes (de 3 meses a <18 años).
Solo debe ser utilizado cuando el paciente ha sido diagnosticado con epilepsia. Para los bebés de entre 3 y 6 meses de edad, el tratamiento debe realizarse en un hospital donde sea posible la monitorización y esté disponible el equipo de reanimación).
Solo debe ser utilizado cuando el paciente ha sido diagnosticado con epilepsia. Para los bebés de entre 3 y 6 meses de edad, el tratamiento debe realizarse en un hospital donde sea posible la monitorización y esté disponible el equipo de reanimación).
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